domingo, 3 de agosto de 2008

Ellos son como pájaros que migran...(por Nana Firmino)

Ellos son como los pájaros que migran

Pero no tienen la misma suerte

Observados son como los pájaros

Pero no tienen la misma suerte

Los pájaros en su vuelo libre

Eligen el sitio que mejor les convienen

Alzan vuelo y cruzan los continentes

No se les interponen ciertas fronteras

Cuando encuentran el ambiente más adecuado

Posan y reposan despertando la curiosidad

Son respetados y contemplados

Los otros, ellos, en su vuelo

En busca de mejores condiciones

De libres tienen poco

Ya son tomados como infractores

Se les interponen fronteras

Cuando encuentran el ambiente tan soñado

Que se les puede suponer mejores condiciones

Se les cae encima la cruda realidad

A ellos no se les permite siquiera posar

Menos aún se les consiente reposar

Son de otras partes, de otros continentes

Son diferentes, de una cultura ajena

Al del lugar para donde volaran

Y que creían ser un sitio mejor para vivir

Su cultura no se la respeta y menos se la contempla

Sus costumbres y valores son extraños

Se les ríe en su cara, se les rechaza

Se les arrebata el derecho a una vida más digna

Se les usurpa la libertad

Ellos no tienen la misma suerte de los pájaros que vuelan libremente

No se les respeta, ni contempla y menos se les da un poco de amor

El desconocido, la diferencia, la diversidad y, sobre todo, la necesidad muchas veces asustan

Y parecen ofrecer peligro

Pobres de todos aquellos que no se les permiten a ellos tener la misma suerte de los pájaros.

Infortunados los que pierden la oportunidad de compartir, respetar y contemplar otras culturas ajenas a la suya y desaprovechan la posibilidad de aprender un poco de los demás (de ellos).

¿Qué tal una dosis mayor de amor y de respeto hacia ellos?

¿Qué tal un poco menos de estas fronteras de la ignorancia?

¿Qué tal se les permitir a ellos tener la misma suerte de los pájaros, es decir de volar libremente para donde se encuentren mejor, de ser contemplados y respetados?

¿Qué tal aprender un poco de ellos?

Hay quien se crea el centro del universo, perteneciente a una cultura superior, y es tan o más prisionero que cualquiera, pues vive encerrado en una burbuja, que por más desarrollada, es frágil.

Las culturas no son superiores unas a las otras, sino diferentes.

El egocentrismo es un arma peligrosa que hiere, ofende, siembra miedo, odio, indiferencia, ignorancia, desamor, prisión y toda suerte de cosas reprochables.

No se aprende de una cultura atribuyéndole estereotipos, sino conociéndola desde de dentro.

La capacidad de aprender no está en decir “yo soy”, sino en preguntar ¿cómo eres tú?

¡Ama a tu semejante como a tí mismo!

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